Este
año es bastante interesante en cuanto a contenido, en cuanto a progresos y
muchas veces en cuanto a todo. Justo a finales del 2018 tenía la visión de
seguir con este proyecto, ahora convertido en algo mucho más personal y no un
trabajo colaborativo. En un espacio de reflexión y critica sobre la cultura pop. El
plan en sus inicios era sencillo; una nota semanal de un tema de interés o investigación.
Se escucho fácil y ahora después de un año no llevo ni diez notas. Ciertamente
en muchos momentos he pensando en dejar este blog y concentrarme únicamente en
el contenido cómico de la pagina de Facebook, ni pensar en otra red social
puesto que lo dejaría de actualizar en cualquier momento.
Recuerdo
cuando comencé este proyecto, lo habré dicho en algún momento, era un proyecto
entre amigos para platicar y discutir sobre nuestros temas de interés, con el
paso del tiempo fue un año en el cual se pudo realizar siete revistas y actualizar
con decencia el blog. Justo la ultima vez que me reuní con esos amigos me di
cuenta de todo lo que había cambiado, estábamos inmersos en proyectos
completamente diferentes y tantas ramas del conocimiento. A pesar de los años
sabia que las cosas no habían cambiado, seguían siendo mis amigos e incluso la
distancia únicamente ha vuelto nuestra amistad más grande.
“Creó”
en este proyecto, a pesar de ser incapaz de encontrar similitudes de lo que era
en un principio. Ha cambiado tanto y se adapto a tantas cosas que es algo
completamente diferente, al igual que yo y todos mis amigos. Otros proyectos están
naciendo de esta pequeña incubadora de proyectos y me siento con las mismas
ansias de verlas concluidas de la misma forma que quería ver concluido el
primer numero de esta revista, aun recuerdo revisarla diez veces y justo cuando
la leía hace un año me dio cuenta de mil errores desde su redacción hasta su ortográfica.
En
por eso que no he logrado escribir con tanta fluidez como lo hacia en un principio,
el buscar siempre maneras de escribir, redactar y enfatizar mejor es un problema
serio. Trato de no cometer errores, pero lo único que consigo es no hacer nada.
Así que a finales de año les muestro un escrito de primer trimestre de este
año.
«Es extraño
recorrer la ciudad en semana santa, los lugares de comercio concurridos no
están tan densamente poblados, todos se van a sus antiguos hogares. Los últimos
días he pensado en una frase que escuche en un video. “El pez no sabe que es el
agua hasta que sale del mar”, analizar algo es muy difícil si aun estas en
contacto con esa situación, te impone tener lo que se dice una mirada objetiva
de los acontecimientos.
He recordado
mientras camino por viejos vecindarios de la ciudad de México. Mi padre me dijo
“todos se van a su pueblo”, lo que me recordó que no hace más de cincuenta años
la ciudad de México tenia tan solo un millón de habitantes, pasando esos
cincuenta años posee una población de casi nueve millones, aun más grande que
la ciudad de Neuw York, sin contar las ciudades circundantes, ahora la ciudad
de México pareciera no tener fin. Cuando intentas salir de la ciudad lo que uno
se encuentra son con macro avenidas que te llevaran a ciudades dormitorio:
ciudades donde solo va la gente a dormir, por cincuenta años las políticas
permitieron esas ciudades para el avance económico. Ahora resentimos las
consecuencias de esa situación.
Recordar ese hecho me dice un poco más de como esta la ciudad de mil historias, como avanza
ante cualquier conflicto. Mientras caminaba por la ciudad recordé como he
pasado por las mismas calles, descubriendo una vista nueva de la ciudad y más.
Mi recorrido me
llevo a buscar una simple libreta, después de mucho reflexionar me di cuenta de
lo importante que se ha vuelto el material escrito a través delos siglos y siglos
de historia humana. El material escrito siempre a sido importante, tan solo un
pequeño registro de un momento y una situación en particular, he estado
buscando una libreta en particular, una donde pueda escribir muchas de mis
ideas. En un momento pensé que cualquier libreta o cuaderno serviría, que lo
importante es el conocimiento que valga la pena compartir.
Para mí y
aunque se puede decir que es un gusto muy particular siempre ha tenido la misma
importancia, no fue hasta hace unos años cuando comenzaron a obsequiarme
agendas con hojas en blanco, cuando creció este gusto. Incluso ahora comencé a
notar las sutiles diferencias entre las hojas, la impresionante diferencia
entre las titas de cada pluma que podría ser un tema a parte. Las hojas y los
cuadernos debían ser perfectas para cada situación.
En una ocasión
un documental sobre el registro histórico de las obras alemanas de Bethoben
reportaban la calidad de los materiales con que fueron escritas, papel y tinta
de la más económica. Lo que evidentemente dificultaba mucho su edición. Con
mucha dificultad la restauración y preservación de las cosas se dificulta por
la calidad de los materiales.
Hoy por ejemplo
pensé como debería de registrar las cosas que hago y el proceso con que las
deba cuidar. Ciertamente lo mejor que se me a ocurrido es registrar tanto en
papel como en digital lo que acontece en la segunda década del siglo XXI. En
ese punto me imagino como las personas tenían la necesidad de registrar todos los
acontecimientos de su tiempo, tenían diarios, partituras, reportes en
periódicos, dibujos, pinturas y un sinfín de medios de escritura. Me debo de
sentir dichoso al pertenecer a una generación con el internet, una herramienta
más para difundir esa necesidad de perpetuidad.
Ahora mismo
vivimos en una época donde la civilización pareciera enfilarse a una conclusión
lógica, quisiera decir que estamos encaminados a ser el homofuturus, una
división más de la clase homínida que busca más haya de todo lo posible. Pero
la realidad de es que la conclusión lógica es a nuestra perdición, hacemos más
y más cosas que nos lleva a la destrucción de nuestro ambiente a la vez que nos
permite avanzar más. Un claro ejemplo y para enfatizar mi punto son los
celulares, son más veloces, más ligeros, más eficientes; han llegado al punto
en ser la pieza más avanzada en captación, emisión y análisis de información
(en manos de unos simios). No quiero ni imaginarme como nos verán dentro de
cien años, espero hemos pasado esa locura de destruir el ambiente, olvidado la
idea de fusionarnos con las maquinas que en un principio la humanidad construyó
para hacer más eficiente a la vida y no lo que hemos hecho con ellas en las
últimas generaciones.
Al final del
día no puedo elegir un solo medio de captura de la información; decido ser
todas y ninguna a la vez. Tomar la forma sin volverla mía, sin convertirme. Por
el momento debo de ser el homosapiensapien, una división más de nuestros
antepasados de hace doce mil años, justo después del fin de la última era de
hielo. Sin olvidar que la adaptabilidad es la mejor habilidad que una persona
pueda tener o cualquier tipo de ser vivo.
Por mucho
tiempo me he sumido a la melancolía de no pertenecer a la era que más me
acomode, pero en fin debo seguir adelante y tratar de ver los cambios
venideros. Ser mejor en cada sentido, en cada latitud y nunca tomar una forma
definida ante las cosas que no lo ameritan; sí no, cambiar, para cambiar a mi
alrededor.
En estos
momentos estoy en un dilema moral en ser la persona que soy y en un ideal
creado por estereotipos unidireccionales, es momento para elegir el camino que
quiere seguir y no el que ya de por sí me han dado. La sociedad en si me dicta
(familia) que debo de seguir un patrón como es el académico o el laboral.
Aunque estoy de acuerdo con eso debo de seguir la variable más cómoda para mí,
buscar un complejo sistema y factores predeterminados de felicidad no son lo
mío, me he dado cuenta de eso y creo que lo mejor es seguir describiendo en mi
cuaderno de manera tradicional para luego compartirlo en esta era digital, tal
vez no.»
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